lunes, 14 de diciembre de 2009

Meditación de " El bebe dormido en el asiento de un coche" - SCS

Transcripcion de una meditación preciosa que Shiv Charan dio en una charla gratuita un viernes antes del taller de fin de semana.

Que la disfruteis!!
Teresa Martínez



Cae la cabeza con la espalda curva y respira. Una exhalación larga y caes en el abismo, no se trata de bloquear sino de cuanta fe tienes… una entrega completa… y ahí llega…

Cuando llega te dejas llevar pero no lo sostienes ni por un momento, es un total instante… es como si Dios estuviera esperando que fueras bajando, al lugar más profundo de ti y ahí, es donde Él sopla su viento haciéndote saltar como una pluma y luego bajas otra vez... Ese es el lugar para la autosanación. No hay mulabhanda, no hay bloqueos, se trata de una total entrega.

Así como bajas habrán olas subiendo, olas de emociones, un suave miedo, preguntas… no trates de agarrar las olas que se elevan, ves profundo ahí dentro de tu cueva interior.

Yo os recomiendo un par de minutos de esta manera cada tarde, sentado, convirtiéndote en un bebé.

El alma es de alguna manera siempre un bebé, siempre al principio, es la fuente, es el punto de la renovación, y por supuesto el principio es el final; tu exhalas y llegas al final, llegas a la paz, cada día llegar a ese punto en el que si tu vida acaba tu estas en paz.

Y ahora inspiras. Es una inspiración realmente fuerte, es como si Dios te diera en el abdomen y ahí puedes romper realmente. Puedes romper realmente en tu corazón y cuando esto pasa puedes liberar tu espíritu.

Y para salir de esta respiración das énfasis a la inspiración, frotando la cara, frota tus ojos.

Mucha gente experimenta una barrera en el abdomen y lo llamamos el guardián más bajo, los sentimientos acerca de uno mismo. El guardián superior, los sentimientos hacia los otros. Cualquier cosa que hagas en contra de ti mismo, está parando el saber quien eres tú justo ahí; poniendo una barrera, creando estratos… Para liberar ese nudo, esta tensión puedes cantar Hara; reir; ver comedias; hacer el gato-vaca; acostado en el suelo, pies en el aire, cogido los dedos y cantar Hara; masajear la zona del abdomen, caliéntala y es como si ese cubito se fuera derritiendo.

El entenderte a ti mismo es el propósito de tu vida. Cuando cantas Hara destruyes los obstáculos, es como un reciclaje, una destrucción creativa.


Shiv Charan Singh, Noviembre 2006




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